El ladrillo caravista se comercializa en muchos tonos, colores y texturas; el acabado puede ser esmaltado o engobado.
Los ladrillos cara vista son a la vez elementos estructurales y decorativos, lo que significa que no necesitan un revestimiento.
Aportan mucho aislamiento térmico para las casas, y las protegen de la humedad, aportando también frescor en los días más calurosos. Y para terminar, apenas precisan de mantenimiento.